Marta Barjola
Actualizado el 14/11/2023 a las 13:39
Una de las expresiones populares que más se ajustan al tema que estamos tratando es, sin lugar a dudas, que “lo barato sale caro”. Y es que el mayor peaje que uno puede llegar a pagar es el que tiene que ver con su salud y bienestar, tanto desde el punto de vista físico como emocional.
A continuación analizaremos algunos de los puntos más importantes que hemos de tener en consideración antes de realizarnos una operación de cirugía estética. Y, asimismo, veremos qué tipo de medidas podemos tomar por nuestra parte para cerciorarnos de que los resultados serán lo más seguros y satisfactorios posibles. ¡Comenzamos!
Temas que se tratan en esta publicación:
- 1 Cirugía barata o low cost: Lo barato, sale caro
- 2 ¿Qué elementos influyen en el precio final de una cirugía plástica?
- 3 Cuidado con las expectativas en las operaciones estéticas: no todos los cuerpos son iguales
- 4 Huir del intrusismo: ¿cómo buscar el mejor especialista en cirugía plástica?
- 5 Consulta referencias, comentarios y experiencias de pacientes que han pasado por una cirugía estética
- 6 ¿Qué operación de estética voy a necesitar exactamente?
- 7 Asegúrate de recibir los modelos de consentimiento informado por parte del cirujano estético
- 8 ¿Cuáles son las complicaciones o riesgos más frecuentes en cirugía estética o plástica?
- 9 ¿Qué otro tipo de recomendaciones o medidas podemos tomar para reducir los riesgos pre y postoperatorios?
Cirugía barata o low cost: Lo barato, sale caro
El término low cost se ha puesto muy de moda. Y, en efecto, numerosas cadenas nos proporcionan servicios para mejorar nuestra calidad de vida a un precio muy económico. Es algo que no tiene por qué ser negativo. Siempre y cuando no estemos hablando de nuestra salud, seguridad y bienestar.
Una cirugía nunca puede ser una ganga. Hemos de partir siempre de ese criterio fundamental a la hora de elegir una clínica.
En el campo de la cirugía plástica, estética y reparadora, debemos mantener siempre una perspectiva sensata y prudente. Y nunca dejarnos cautivar por cantos de sirena en relación con precios demasiado económicos. Porque son precisamente eso: “demasiado” baratos para poder garantizar unos buenos resultados y, al mismo tiempo, ofrecernos la seguridad y la profesionalidad necesaria en estos casos.
¿Qué elementos influyen en el precio final de una cirugía plástica?
Para que nos hagamos una idea de los elementos vitales que forman parte de una cirugía estética con todas las garantías, desglosaremos varios:
- Estudio preoperatorio. Analíticas, electrocardiograma y las pruebas necesarias en función de cada tipo de intervención.
- El tipo de cirugía y su complejidad. Una cirugía de aumento de pecho con implantes, por ejemplo, puede no conllevar solamente la introducción de las prótesis. En muchos casos hablamos también de mastopexia, reconstrucción de la zona, etc. Depende de un delicado equilibrio entre cada tipo de paciente, sus necesidades y sus deseos. En este caso concreto, los propios implantes (especialmente si son homologados y de calidad, lo cual deberían ser siempre sin excepción) tienen un precio. Solamente unas prótesis ya cuestan entre 600€ y 2.000€.
- Centro hospitalario y quirófano. La mayoría de los cirujanos plásticos, dentro de su profesionalidad, prefieren realizar sus intervenciones en un hospital totalmente equipado. Para que el paciente pueda permanecer ingresado, si la cirugía así lo requiere, y donde exista una UVI por si pudiera surgir cualquier tipo de complicación, por mínimas que sean las probabilidades.
- Primordial. El gasto es variable en función del prestigio del propio anestesista, la dificultad concreta del tipo de intervención, la duración de la anestesia, etc. Incluye, asimismo, la consulta previa a la cirugía en sí misma.
- Equipo quirúrgico. Además de los honorarios del propio cirujano plástico, éste se rodea de un equipo fundamental que también ha de ser remunerado: enfermero instrumentista, auxiliares, etc.
- Postoperatorio y seguimiento del paciente. Tan importante es el pre como el postoperatorio. Aquí se incluye la posibilidad de asesoramiento, todas las revisiones que sean necesarias durante el primer año tras la intervención, tratamiento de fisioterapia o masajes para acelerar el proceso de recuperación del paciente si fuera necesario… En el caso del aumento de pecho, por ejemplo, aquí se incluyen también otros gastos menores como el sujetador y la banda preoperatoria o los gastos de anatomía patológica (cuando se resecan zonas de la glándula mamaria).
Todo esto no quiere decir otra cosa que, para estar realmente seguros en las mejores manos y con las mejores condiciones posibles, estos gastos deben estar contemplados. Precios inferiores implican garantías inferiores. Cuando no, simple y llanamente, negligencias y graves complicaciones.
Según nos explica la Doctora Castro Veiga, cirujana plástica que ejerce en Madrid y dirige un centro de cirugía con su mismo nombre, “un aumento mamario, en buenas condiciones, en un buen hospital y con un equipo adecuado, no puede estar por debajo de los 3.000€, como ofrecen algunas franquicias”.
Cuidado con las expectativas en las operaciones estéticas: no todos los cuerpos son iguales
Asimismo, antes de tomar la decisión definitiva de entrar en un quirófano para someternos a cualquier tipo de cirugía plástica o tratamiento vinculado a la medicina estética, tenemos que manejar expectativas conectadas con la realidad.
Puede que en nuestra cabeza tengamos unos cánones estéticos fruto de la publicidad, el mundo de la moda, las revistas, etc., que no sean literalmente viables para nuestra constitución o estructura ósea, por poner solamente un ejemplo. Precisamente por este tipo de dudas, tenemos que contar con el mejor asesoramiento en manos especializadas.
Huir del intrusismo: ¿cómo buscar el mejor especialista en cirugía plástica?
En efecto, los datos son rotundos. Según se hacía eco recientemente en sus redes sociales la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora), las cifras apuntan a que existen alrededor de 9.000 médicos que practican cirugías plásticas y estéticas en España y que carecen de la titulación oficial pertinente.
Debemos asegurarnos de que la persona que se hará cargo de la intervención no solamente está licenciada en Medicina, sino que también ha pasado por los pasos fundamentales para convertirse en cirujano plástico: ha tenido que ser médico interno residente en un hospital acreditado bajo esta especialidad.
Entonces, hablaremos del especialista que realmente debería poder enfrentarse a este tipo de intervenciones: Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. De modo que no existe ningún tipo de estudios, máster o formación en “Cirugía Estética”, “Medicina Cosmética” o similar. Y, por lo tanto, debemos desconfiar de cualquier persona que se acredite como tal.
Es muy probable además (aunque no es obligatorio ni es condición sine qua non) que forme parte del citado SECPRE. El hecho de que el cirujano que nos vaya a operar pertenezca al SECPRE no deja de ser otra garantía para nuestra tranquilidad. También existe otra asociación de referencia, para los interesados: la AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica).
Dentro de la web del SECPRE existe un servicio interesante en este sentido. Ofrece un buscador de profesionales con la formación pertinente y que, asimismo, forman parte de la citada Sociedad. Se puede buscar por nombre y apellidos (funciona mejor por apellido), por Comunidad Autónoma o por algunos tipos de tratamientos.
Consulta referencias, comentarios y experiencias de pacientes que han pasado por una cirugía estética
Pedir referencias también es importante. En la red encontraremos mucha información, incluyendo opiniones directas de los pacientes. Pero ojo, debemos asegurarnos de que estamos en un sitio fiable. Muchos foros supuestamente especializados en estética y/o en belleza y salud femenina no generan sino un alarmismo innecesario o, directamente, desinformación.
Las fuentes más fiables en este sentido son la prensa especializada (aunque no existe tanta como imaginamos) o, el mejor de los casos posibles, las webs y los propios blogs de los médicos especializados en cirugía plástica, estética y reparadora. Así como los comentarios de sus propios pacientes, las imágenes fidedignas del antes y el después, o las opiniones en sus redes sociales o en Google vinculadas a su página web.
Asegurarnos de que el cirujano cuenta con la experiencia necesaria en ese tipo de intervención concreta que estamos buscando es otra garantía para nuestra seguridad e integridad.
¿Qué operación de estética voy a necesitar exactamente?
Es importante que te informes sobre la intervención que vas a realizarte. Cualquier profesional en el que vayas a depositar tu confianza debe informarte de cada uno de los pasos que se van a seguir en todo el proceso quirúrgico: desde el propio estudio previo, pasando por el procedimiento en sí mismo, las expectativas acerca de los resultados, el postoperatorio y los posibles riesgos o complicaciones.
Sin embargo, como pacientes también podemos ampliar información sobre nuestra cirugía en concreto. Existen numerosas páginas interesantes para ello: empezando por las que encontramos en las propias webs de los médicos especialistas en cirugía plástica, estética y reparadora.
Pero cuidado con las páginas de promoción que no están vinculadas a un médico que tenga la titulación pertinente y la experiencia y profesionalidad necesarias. Ciertamente en internet hay sobreinformación y, en muchas ocasiones, los datos que se proporcionan son muy inexactos.
Actualmente, y según sigue confirmando la ISAPS (International Society of Aesthetic Plastic Surgery), las cinco cirugías plásticas más comunes en todo el mundo son las siguientes:
- Cirugía mamaria: de entre todos sus tipos, el aumento mamario con introducción de prótesis sigue siendo la estrella.
- Liposucción y/o lipoescultura (incluyendo lipofilling y derivados)
- Blefaroplastia o cirugía de párpados
- Rinoplastia
- Abdominoplastia
Asegúrate de recibir los modelos de consentimiento informado por parte del cirujano estético
Entre tus derechos como paciente, y en relación directa con el punto anterior, se encuentra es que recibas la información completa y concienzuda sobre el tipo de cirugía al que te vas a someter. Por ello existen los llamados consentimientos informados. Los cuales debes leer bien antes de firmar, para ser plenamente consciente de todos los riesgos potenciales que implica la intervención.
Porque, efectivamente, toda entrada en un quirófano implica la asunción de una serie de riesgos. Y aunque hablemos de riesgos mínimos, o prácticamente ínfimos, debemos conocerlos y decidir consentirlos tras haber sido convenientemente informados.
Aquí mostramos, por ejemplo, algunas imágenes relativas a dos modelos que nos ha cedido la Doctora Castro Veiga. Para que podamos hacernos una idea sobre en qué consiste este tipo de documentación. En este caso concreto, se trata de un consentimiento informado relativo a una liposucción y, por otro lado, otro relativo a la anestesia y reanimación.
¿Cuáles son las complicaciones o riesgos más frecuentes en cirugía estética o plástica?
Como es lógico y de sentido común, cada tipo de intervención tiene una serie de riesgos o potenciales complicaciones. No es lo mismo una blefaroplastia o una reconstrucción mamaria que una lipoescultura asistida por láser.
Sin embargo, podemos destacar a continuación los principales riesgos de las cirugías estéticas más frecuentes. Esto es, como hemos mencionado anteriormente: aumento mamario, liposucción, blefaroplastia, rinoplastia y abdominoplastia.
Y aprovechamos para aclarar que, aunque la gran mayoría de ellos son muy infrecuentes, ¡eso no quiere decir que sean cien por cien inexistentes!:
Riesgos de la cirugía de aumento mamario (mamoplastia de aumento)
- Hemorragia o sangrado: Si ocurre una hemorragia puede requerirse un tratamiento de emergencia para drenar la sangre acumulada, o una transfusión de sangre.
- Infección: Es bastante infrecuente. Si ocurre, el tratamiento incluye una posible retirada del implante, antibióticos o cirugía adicional.
- Contractura capsular: La dureza excesiva de las mamas puede ocurrir poco tiempo después de la intervención, o al cabo de los años. No puede predecirse si ocurrirá.
- Cambios en la sensibilidad del pezón y la piel: No es raro que haya algún cambio en la sensibilidad del pezón inmediatamente después de la cirugía. Al cabo de varios meses la mayoría de las pacientes tienen una sensibilidad normal. Ocasionalmente puede ocurrir una pérdida parcial o total de la sensibilidad del pezón y de la piel.
- En raras ocasiones las cicatrices pueden ser antiestéticas o de diferente color al de la piel circundante. En tales casos, pueden requerirse procedimientos adicionales (como el tratamiento con láser, por ejemplo) para mejorar la cicatriz tras la cirugía.
- Rotura o escape del implante mamario: una prótesis, como otros dispositivos médicos, puede fallar. Una prótesis dañada o rota no puede ser reparada; de modo que los implantes rotos o desinflados requieren cambio o retirada. Las prótesis, por otro lado, no tienen una vida ilimitada. Y eventualmente requerirán cirugía de recambio en el futuro.
- Exposición del implante: debido a una inadecuada cobertura tisular o a una infección. Se han detectado casos de rotura de la piel tras el uso de medicación esteroidea o después de radioterapia del tejido mamario.
- Posible rotura del implante a causa de la compresión de una mamografía.
- Arrugas y pliegues en la piel (el llamado “efecto rippling”): Esto puede ser más pronunciado en pacientes con implantes de suero o en pacientes delgadas con insuficiente tejido mamario.
- Reacciones alérgicas (casos muy raros).
- Puede darse algún tipo de asimetría en el emplazamiento de las prótesis, forma o tamaño de las mamas. Incluso desplazamiento insatisfactorio o mala calidad de las cicatrices. Y, en algunos casos relacionados con esto, se podría necesitar llevarse a cabo alguna cirugía adicional para mejorar los resultados.
Riesgos de la liposucción
- Hemorragia o sangrado: Si ocurre una hemorragia puede requerirse un tratamiento de emergencia para drenar la sangre acumulada, o una transfusión de sangre.
- Infección: Es bastante infrecuente. Si ocurre, el tratamiento puede incluir antibióticos o cirugía adicional.
- Cambios en la sensibilidad cutánea: pueden ocurrir cambios temporales en la sensibilidad cutánea después de una liposucción, que habitualmente se resuelven.
- Cicatrización: aunque se espera una buena curación después del procedimiento quirúrgico, pueden darse cicatrices anormales tanto en la piel como en los tejidos profundos. Las cicatrices pueden ser antiestéticas o de color diferente al de la piel circundante. En tales circunstancias, puede necesitarse tratamientos adicionales incluyendo cirugía para tratar la cicatrización anormal.
- Pueden ocurrir irregularidades del contorno y depresiones de la piel después de una liposucción. Y, entonces, puede llegar a ser necesarios tratamientos adicionales y/o cirugía para tratar dichas irregularidades.
- Asimetría: puede no conseguirse un aspecto simétrico del cuerpo tras la liposucción. Factores como el tono de la piel, prominencias óseas o el tono muscular, pueden contribuir a una asimetría normal en los rasgos corporales.
- Shock quirúrgico: en raras circunstancias, este procedimiento puede causar un trauma severo, particularmente cuando se succionan áreas múltiples o extensas al mismo tiempo. las complicaciones serias, infecciones o una excesiva pérdida de fluidos pueden conllevar a un problema serio, o incluso la muerte.
- Complicaciones pulmonares: el síndrome de embolismo graso ocurre cuando se atrapan gotas de grasa en los pulmones. Esta es una complicación muy rara, y posiblemente fatal, de la liposucción.
- Pérdida de piel (rara vez).
- Seroma: los acúmulos de fluido ocurren infrecuentemente en áreas donde se ha realizado liposucción. Pueden ser necesarios tratamientos adicionales o cirugía para drenar los acúmulos de fluido.
- Reacciones alérgicas (casos muy raros).
Riesgos de la blefaroplastia
- Infección: Es bastante infrecuente. Si ocurre, el tratamiento puede incluir antibióticos o cirugía adicional.
- Cicatrización: aunque se espera una buena curación después del procedimiento quirúrgico, pueden darse cicatrices anormales tanto en los párpados como en los tejidos profundos. Las cicatrices pueden ser antiestéticas o de color diferente al de la piel circundante. Existe la posibilidad de marcas visibles en el párpado o pequeños quistes cutáneos causados por las suturas. Pueden necesitarse tratamientos adicionales para tratar la cicatrización anormal.
- La lesión de estructuras profundas tales como nervios, vasos sanguíneos y músculos del ojo pueden ocurrir durante el curso de la cirugía. La ceguera tras una blefaroplastia es extremadamente rara.
- Problemas de sequedad ocular: Es raro y no es enteramente predecible que esto ocurra.
- Asimetría: la cara humana y la región de los párpados son asimétricos normalmente. Puede existir variación entre los dos lados después de una blefaroplastia.
- Dolor crónico: un dolor de forma crónica tras una blefaroplastia es muy infrecuente.
- Ectropión: la separación entre el párpado inferior y el globo ocular es una complicación rara. Puede necesitarse cirugía adicional para corregir esta alteración.
- Problemas por exposición corneal: algunos pacientes experimentan dificultad al cerrar los párpados después de la cirugía. Y pueden desarrollarse problemas en la córnea por desecación. Si ocurre esta rara complicación, pueden ser necesarios tratamientos o cirugía adicional.
- Reacciones alérgicas (casos muy raros).
- La pérdida de las pestañas puede ocurrir en el párpado inferior. Esta ocurrencia no es predecible y puede tratarse de una pérdida temporal o permanente.
- Cicatrización retardada: existe la posibilidad de apertura de la herida o retraso en la cicatrización.
Riesgos de la rinoplastia
- Hemorragia o sangrado: Si ocurre una hemorragia puede requerirse un tratamiento de emergencia para drenar la sangre acumulada, o una transfusión de sangre.
- Infección: Es bastante infrecuente. Si ocurre, el tratamiento puede incluir antibióticos o cirugía adicional.
- Cicatrización: aunque se espera una buena curación después del procedimiento quirúrgico, pueden darse cicatrices anormales tanto en la piel como en los tejidos profundos. Las cicatrices pueden ser antiestéticas o de color diferente al de la piel circundante. Existe la posibilidad de marcas visibles por las suturas. Pueden necesitarse tratamientos adicionales para tratar la cicatrización anormal.
- Lesión de estructuras profundas: estructuras profundas tales como nervios, conductos lagrimales, vasos sanguíneos y músculos pueden ser dañados durante el curso de la cirugía. Y tales lesiones pueden ser temporales o permanentes.
- Resultado insatisfactorio: siempre existe esa posibilidad ante cualquier modiicación del cuerpo. La cirugía puede producir deformidades inaceptables visibles o palpables, pérdida de función, o malposición estructural después de la rinoplastia.
- Pérdida de sensibilidad: existe la posibilidad de adormecimiento permanente de la piel nasal después de la rinoplastia. La ocurrencia de este hecho no es predecible.
- Asimetría: la cara humana es normalmente asimétrica. Puede haber variación entre un lado y otro en el resultado de una rinoplastia.
- Dolor crónico: muy infrecuentemente en esta intervención.
- Reacciones alérgicas (casos muy raros).
- Retraso en la cicatrización: existe la posibilidad de una apertura de la herida o de una cicatrización retrasada. Algunas zonas de la cara pueden no curar normalmente y tarda un tiempo largo en cicatrizar. Algunas áreas de piel pueden morir, lo que puede requerir cambios frecuentes de vendaje o cirugía posterior para eliminar el tejido no curado.
- Perforación del septo nasal: existe la posibilidad de que la cirugía favorezca el desarrollo de una perforación en el tabique nasal. La ocurrencia de este hecho es rara.
- Alteraciones de la vía aérea nasal: pueden ocurrir cambios después de una rinoplastia o septoplastia que interfieran con el paso normal de aire a través de la nariz.
Riesgos de la abdominoplastia
- Hemorragia o sangrado: Si ocurre una hemorragia puede requerirse un tratamiento de emergencia para drenar la sangre acumulada, o una transfusión de sangre.
- Infección: Es bastante infrecuente. Si ocurre, el tratamiento puede incluir antibióticos o cirugía adicional.
- Cambios en la sensibilidad cutánea: la disminución (o pérdida) de la sensibilidad cutánea en la zona inferior del abdomen puede requerir un periodo prolongado de tiempo hasta su recuperación.
- Pueden producirse irregularidades y depresiones en la piel después de una abdominoplastia. También puede ocurrir fruncimiento visible y palpable de la piel.
- La cicatrización en exceso es muy infrecuente. En casos raros pueden producirse cicatrices anormales. Y, ante tal perspectiva, pueden necesitarse tratamientos adicionales para tratar la cicatrización anormal, incluyendo cirugía.
- Asimetría: puede no conseguirse una apariencia de simetría corporal con la abdominoplastia. Algunos factores son el tono elástico de la piel, depósitos grasos, prominencias óseas o el tono muscular.
- Retardo en la cicatrización: la apertura de la herida o la cicatrización retardada son posibles. Algunas zonas del abdomen pueden no cicatrizar normalmente y pueden tardar bastante tiempo en curar. En este sentido, los fumadores tienen un mayor riesgo de pérdida cutánea y de complicaciones en la cicatrización.
- Reacciones alérgicas (casos muy raros).
- Complicaciones pulmonares: pueden ocurrir complicaciones pulmonares secundarias a coágulos de sangre (embolia pulmonar) o colapso parcial de los pulmones tras una anestesia general. Si ocurriera alguna de estas complicaciones, se suele requerir hospitalización y tratamiento adicional.
- Seroma: los acúmulos de fluido ocurren infrecuentemente en áreas donde se ha realizado liposucción. Pueden ser necesarios tratamientos adicionales o cirugía para drenar los acúmulos de fluido.
- Puede ocurrir malposición, cicatrización excesiva o apariencia antiestética del ombligo. Excepcionalmente puede producirse su pérdida.
- El dolor crónico a causa de atrapamiento de nervios en tejido cicatricial después de una abdominoplastia es muy infrecuente.
¿Qué otro tipo de recomendaciones o medidas podemos tomar para reducir los riesgos pre y postoperatorios?
En términos generales, existen algunos hábitos o condiciones previas que como pacientes debemos saber que son más propensas a generar posibles complicaciones. Por ello, si estás pensando someterte a una cirugía estética, debes saber que puedes tomar ciertas medidas para garantizar mayor seguridad en el quirófano.
- Los fumadores tienen un mayor riesgo de pérdida cutánea y de complicaciones en la cicatrización. Así como mayor riesgo de complicaciones relativas a la circulación (trombos, etc.).
- La obesidad es considerada siempre un factor de riesgo dentro de un quirófano. Sea la finalidad de la intervención estética o no.
- La edad avanzada también es influyente siempre y cuando el estado de salud así la acompañe. A mayor edad, en términos generales, mayor riesgo de sufrir complicaciones derivadas de las condiciones de salud previas a la operación del paciente.
- Algunas enfermedades previas o el consumo de determinados fármacos pueden producir contraindicaciones o aumentar riesgos. Por ello, el cirujano siempre debe conocer nuestro historial médico y cerciorarse de todos los detalles.
- Además de determinados medicamentos, como es lógico, el consumo de drogas o alcohol también puede poner en peligro al paciente antes, durante y después de la cirugía.
- Si no se respetan las indicaciones del cirujano plástico tras la operación, el riesgo de contraindicaciones y problemas aumenta considerablemente. Es fundamental atender a las recomendaciones postoperatorias.
Y, por supuesto, ante cualquier duda o cuestión, siempre hemos de dirigirnos a los profesionales en la materia. Cuanta mayor formación y experiencia tenga el cirujano plástico en el que confiemos, mayores garantías obtendremos de seguridad, minimización de riesgos y buenos resultados. La información siempre es poder.